La relación entre un escritor y sus lectores puede ser una de las más especiales que existen. Sin embargo, en algunas ocasiones, los lectores pueden caer en conductas tóxicas que pueden afectar a los escritores de manera negativa. Es importante ser conscientes de estas acciones y tratar a los escritores con respeto y consideración.
No lean este articulo para sentirse ofendidos o atacados, al contrario, como una concientización hacia nosotros los que escribimos esas historias que ustedes tanto aman.
Antes de mencionar cuáles son esas acciones tóxicas les hablaré sobre mis vivencias personales sobre este tema
En mi caso me han ocurrido varias. Desde mi experiencia personal, me trataron de irresponsable y una «mala escritora» por no publicar más libros en poco tiempo (cuando nunca daba fechas o realizaba prelanzamientos para decir que les «quedaba mal»), como si mis problemas personales, mis sentimientos o problemas económicos no me afectaran. Como si solo fuera una máquina de escribir que no siente, ni padece el día a día de lo que implica vivir.
Sí, no lo voy a negar, mi temperamento me hizo bloquear y mandar a la mierda a los lectores (de forma mental) que fueron muy crueles conmigo; por otro lado, el sentimiento de no sentirme «suficiente» (por creerme esos señalamientos) me provocó un bloqueo de escritor tan fuerte, que pasé bastante meses sin poder escribir nada que no fuera no ficción. Lo único que escribía era para enseñar y para escribir artículos para este blog.
Si la gente supiera lo difícil que es tener que ser mamá, esposa, estudiante y trabajadora… Jamás te señalarían por la productividad que tienes como escritora. Además, de tener que soportar que trabajé por meses, a veces años para sacar un libro y luego a los veinte minutos verlo pirateado en un sitio web, eso… esa situación por mucho es la más dura y tóxica.
Se me quitaron las ganas de seguir, o sencillamente terminé reorganizando mis prioridades, en vez de escribir ficción decidí pasar más tiempo con la familia y amigos, decidí emprender para ganar buen dinero y terminé ayudando a otros con mis conocimientos ¿se nota, no? Mi sitio creció mucho y muchos libros han sido autopublicados por mis asesoramientos y ayuda.
La única conclusión a la que llegué después de todo ese maltrato psicológico que sufrí es que siempre debí ponerme primero. Siempre debí respetar mis tiempos, y jamás debí aceptar/escuchar las opiniones de otros. No debí dejarme arrastrar por el hecho de complacer a un tercero; y tampoco debí creerme la mentira que publicar seis libros al año me haría una mejor escritora.
Ya acepté que, si escribo, es porque quiero y cuando quiero y nadie debería tacharme de irresponsable o mala escritora por no seguir escribiendo mis novelas de romance paranormal, porque el tiempo que invierto en ayudar a otros, en enseñar a otros, en compartir con la familia y mis amigos; el dormir y descansar… también son cosas maravillosas y todo un privilegio (al ver el mundo tal y como está) que debería seguir haciendo sin sentir remordimiento porque ese día «no escribí» o con miedo del «qué dirán».
El proceso de interiorización fue largo, pero despues de mucho tiempo puedo decir que: Amo mi vida, me siento feliz por mis aportes y por lo que hago; de cualquier forma, todo lo que tengo ha sido gracias a mis decisiones y a la literatura, y mal no me ha ido. Así que seguiré avanzando. Gracias por estar. Se vienen cosas nuevas, porque gracias a mi proceso interior, logré reencontrarme con mis musas.
Ahora sí, vamos a determinar cuáles son esas acciones para que como lectores no las cometamos y como escritores sepamos respetar nuestro espacio y no le permitamos a otro que nos dañen.
Quince acciones tóxicas que hacen los lectores a sus escritores favoritos
Unas acciones se van a leer muy crueles, pero es la realidad que a veces muchos escritores no se atreven a decir que les afecta:
#1 Preguntar constantemente cuándo saldrá el próximo libro.
#2 Escribir comentarios poco constructivos y negativos sobre su trabajo.
#3 Pedir que regalen un ejemplar de su libro, como si fuera o debiera ser gratis.
#4 No respetar las decisiones creativas del autor.
#5 Creer que el escritor debe estar disponible las 24 horas del día para responder preguntas o comentarios sobre sus libros.
#6 Comparar su trabajo con otro escritor de manera despectiva.
#7 Poner spoilers en las redes sociales, arruinando la experiencia de lectura para otros.
#8 Creer que el escritor es responsable de lo que piensan o sienten los personajes de la historia.
#9 Poner en duda la orientación sexual, género u orientación política del escritor basado en su trabajo.
#10 Exigir que el escritor haga cambios en su trabajo para satisfacer las demandas del lector.
#11 Amenazar al escritor o desearle mal por no estar de acuerdo con su opinión.
#12 Discutir sobre la veracidad de los hechos en una obra de ficción como si fueran reales.
#13 Creer que el escritor debe estar de acuerdo con las opiniones políticas y sociales del lector.
#14 Creer que el escritor debe estar disponible para interactuar con los lectores en línea en todo momento y no respetar su privacidad o tiempo personal.
#15 Asumir que el escritor vive para el lector, y no, no es así. El hecho que pagues por un libro no te hace dueño del escritor. Y si lo pirateas, ni hables.
Un conclusión que todos deberíamos recordar:
Los escritores somos personas con vidas y sentimientos, y no debemos ser tratados como objetos para consumo. A menudo, los lectores no se dan cuenta de cómo sus acciones pueden afectarnos, y es importante ser conscientes de cómo nuestras acciones pueden ser percibidas.
Es importante recordar que detrás de cada libro hay una persona que lo ha escrito y que merece ser tratada con respeto.