Agujas vs. bloqueo creativo: Por qué bordar es el mejor antiestrés para escritores

Hoy no voy a hablar de bloqueos creativos, ni de cómo Amazon te odia, ni de ese personaje que se niega a cooperar con tu trama. No. Hoy toca hablar de algo que, probablemente, muchos de ustedes consideran “cosa de abuelas”: el bordado.

Sí, ese mismo que imaginaste en manos de tu tía mientras mira telenovelas. Pues agarren sus agujas (metafóricas o literales), porque les voy a soltar una verdad como un puño: bordar es como meditar, pero con superpoderes para escritores. Y no lo digo yo, lo dice la ciencia, los psicólogos y mi propia experiencia de “antes era una bola de estrés y ahora bordo dibujos estilo Kawaii mientras resuelvo diálogos en mi cabeza”.

Primero, dejemos algo claro: meditar no es solo cerrar los ojos y pretender que tu mente es un templo de paz. Para algunos (como yo), eso termina en “¿ya pasaron 5 minutos?, ¿por qué solo han pasado 12 segundos? ¡ODIO ESTO!”.

El bordado, en cambio, es meditación en modo activo:

  • Tus manos están ocupadas (no hay tentación de revisar el móvil por décima vez).
  • Tu cerebro entra en estado flow (ese mismo que logras cuando escribes y el mundo desaparece).
  • Los psicólogos lo avalan: Un estudio de la Universidad de Cardiff (2013) demostró que actividades manuales como bordar reducen el cortisol (la hormona del estrés) y aumentan la sensación de bienestar. ¡Es literalmente una droga legal!

Mi experiencia personal: necesitaba despejar la mente de unos personajes bastante problemáticos y de dos historias verdaderamente tristes que había escrito, quería dejar de pensar tanto. Me puse a navegar en TikTok y di con esto de bordar. Todo fue un antes y un después. (Más abajo te mostraré los que he realizado hasta el momento).

✔️ Desconexión del caos digital

¿Sabías que el 73% de los escritores revisan sus redes sociales cada 10 minutos «por si acaso»? (Dato inventado, pero seguro es verdad). Bordar obliga a tu cerebro a soltar el teléfono. No hay notificaciones, no hay “uh, otro autor vendió más que yo”, solo tú y el hilo.

✔️ Mejora la concentración (y eso ayuda a escribir mejor)

Un estudio de la Universidad de Harvard (2017) encontró que actividades manuales repetitivas (como bordar) aumentan la capacidad de concentración a largo plazo. O sea, no solo te relajas, sino que después podrás escribir sin distraerte cada dos párrafos.

✔️ Activa la creatividad

Si ya has bordado o tejido… ¿Te ha pasado que, mientras bordas, de repente se te ocurre la solución para ese plot hole que te tenía loco? No es casualidad. El psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi (sí, ese nombre existe) demostró que el flow manual libera la mente para conectar ideas de formas inesperadas.

✔️ Reduce la ansiedad (ideal para escritores en pleno deadline)

La terapeuta ocupacional Betsan Corkhill (especialista en bienestar mental) afirma que bordar tiene efectos similares al yoga en el sistema nervioso: regula la respiración, baja el ritmo cardíaco y filtra el pensamiento rumiativo (ese que te hace dar vueltas a “nunca terminaré este libro”).

¡Ajá! Aquí viene mi discurso motivacional:

  1. No tienes que crear una obra maestra. Puedes bordar un garabato, una palabra, un corazón torcido. El objetivo no es exponer en el Louvre, es relajarte.
  2. No necesitas materiales caros. Un trozo de tela, hilo y una aguja valen menos que cuatro cafés de 5$ que te tomas “para inspirarte”.
  3. Es compatible con tu proceso creativo. ¿Estancado con un diálogo? Bordar 10 minutos te dará claridad. ¿Ansioso por una reseña? El punto cruz es tu nuevo Xanax.
  1. Elige un diseño simple. Googlea “bordado fácil para principiantes” y evita los tutoriales de “haz un retrato hiperrealista en 3 días”.
  2. Pon música o un podcast. A mí me funciona escuchar audiolibros mientras bordo (doble productividad, ¡ja!).
  3. No te juzgues. Tu primer bordado probablemente parezca hecho por un pulpo borracho. Y está bien.
  4. Usa colores que te gusten. Esto no es una tarea, es un momento para ti.

Ahora, hablemos de la técnica secreta que hace que bordar sea más fácil que escribir un diálogo decente a las 3 AM: el punch needle (o bordado con aguja mágica).

Imagina una aguja gorda y feliz que, en lugar de pincharte 300 veces como la aguja tradicional, te permite rellenar diseños en minutos con un movimiento tipo “punch-punch-punch”. Es como pintar con hilos, pero sin el drama de los nudos, los dedos ensangrentados o esa cara de frustración cuando te equivocas y tienes que deshacer TODO.

  1. Velocidad express: En 15 minutos tienes un diseño terminado (ideal para esos días en que tu paciencia anda más baja que las ventas de tu libro en Amazon).
  2. No necesitas talento artístico: Si puedes escribir “Capítulo 1”, puedes hacer punch needle. Los puntos se crean solos con el movimiento de la aguja.
  3. Terapia instantánea: El sonido “plop-plop-plop” del hilo entrando en la tela es más relajante que ASMR de lluvia (y sin suscriptores mensuales).

Puedes creer, que desde el primer momento me quedaron medianamente bien, y con el tiempo me quedan más lindos. Si yo pude estoy segura de que tú también. Y te juro que me calma y me hace sentir mucho mejor. Con el Punch needle, se borda por los dos lados de la tela al mismo tiempo, entonces tú decidirás cuál es el más lindo y cuál usarás de frente, normalmente dejo el lado más tupido. Estoy orgullosa de mis creaciones ♥

Dejo constancia de esto, en unos años, actualizo esta entrada y pondré todo lo que he mejorado. Estoy segura de que haré cosas muy bellas.

  1. Compra un kit básico: Aguja punch needle (las de Amazon valen 15$), tela especial (llamada weavers cloth) y lana o hilo grueso.
  2. Elige un diseño easy: Una frase corta (“ESCRIBIR DURO”), una forma geométrica o un animal que parezca hecho por un niño de 5 años.
  3. Puncha como si nadie te viera: No hay reglas. Aprieta la aguja contra la tela, haz movimientos rápidos y deja que el hilo haga el trabajo.

Estas son las agujas que utilizo, los hilos dependerán del grosor de la aguja, utilizo desde el hilo normal, hasta el que tiene tres hebras y máximo, lana de tres hebras. Aquí te dejo unos kits para que no te equivoques eligiendo los hilos o tengas las imágenes referenciales para comprar en tu ciudad. Haces clic en la imagen y podrás ver el precio de cada producto.

Pro tip: Si te bloqueas con tu novela, ponte a hacer a punch needle mientras piensas. El movimiento repetitivo desbloquea ideas (y evita que revientes el teclado).

Si eres de los que piensa “esto no es para mí”, te reto: borda durante 15 minutos. Solo 15. Si después de eso no sientes, aunque sea un 2% menos de estrés, puedes volver a maldecir a tus personajes en paz.

Pero si, como yo, descubres que bordar es como escribir con las manos (silencia el ruido mental, conecta con el presente y hasta resuelve problemas creativos), entonces bienvenido al club. Aquí tenemos hilos, agujas y cero juicios.

Y recuerda: El bordado no es “perder el tiempo”. Es recuperar tu tranquilidad para escribir mejor.

Nota de una autora que ya no se estresa: Si este post no te convenció, al menos guarda la aguja… nunca sabes cuándo la necesitarás para clavársela a ese personaje que se porta mal en tu novela. 🔪✨

¿Te gustó? Compártelo con ese escritor estresado que conoces (o con el que te odia, para que se relaje y deje de tirarte hate).

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