Domina el Arte de la Narrativa Cómo Mostrar y No Contar en Tu Novela

Domina el Arte de la Narrativa: Cómo Mostrar y No Contar en Tu Novela

En el vasto y dinámico mundo de la escritura narrativa, uno de los consejos más recurrentes que recibe un escritor novato es el imperativo de «mostrar, no contar».

Este principio, aparentemente simple, encierra una poderosa herramienta que, bien aplicada, puede transformar una historia plana en una experiencia inmersiva y vívida para el lector. En este artículo, desglosaré los principios de esta técnica y ofreceré ejemplos prácticos para su correcta aplicación.

¿Qué Significa «Mostrar» en la Narrativa?

«Mostrar» en la narrativa se refiere a describir acciones, escenas y emociones de tal manera que el lector pueda experimentarlas por sí mismo, en lugar de simplemente recibir una información directa. Al «mostrar», el escritor proporciona detalles sensoriales y específicos que permiten al lector visualizar, oír, oler, saborear y sentir el mundo de la historia.

Por ejemplo, en lugar de decir «Juan estaba enfadado», un escritor que muestra podría escribir: «Juan apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos, y su rostro se tornó de un rojo intenso».

La Diferencia entre «Mostrar» y «Contar»

Contar: Es cuando el escritor proporciona información directa, narrativa o expositiva. Es más rápido y eficiente, pero puede resultar menos impactante y envolvente.

  • Ejemplo: «Era una noche fría.»

Mostrar: Es cuando el escritor describe la escena, permitiendo que el lector deduzca la información.

  • Ejemplo: «El viento helado se colaba por las rendijas de las ventanas, y cada bocanada de aire exhalada se transformaba en una nube blanca.»

Principios Básicos para Mostrar en Lugar de Contar

  1. Usa Detalles Sensoriales: Describe lo que los personajes ven, oyen, tocan, huelen y saborean. Estos detalles permiten al lector experimentar la escena junto con los personajes.
  2. Acciones en Lugar de Adjetivos: En lugar de describir cómo se siente un personaje con adjetivos, muestra sus acciones y reacciones.
  3. Diálogo Revelador: Utiliza el diálogo para mostrar la personalidad de los personajes, sus emociones y relaciones.
  4. Escenas Dinámicas: Desarrolla escenas completas que permitan a los lectores inferir información clave a partir de las interacciones y el entorno.
  5. Subtexto: A menudo, lo que no se dice puede ser tan importante como lo que se dice. Permite que los lectores lean entre líneas.

Por Qué «Mostrar» Es Más Eficaz

  • Inmersión del Lector: Al ofrecer detalles sensoriales y específicos, el lector se siente más inmerso en el mundo de la historia.
  • Conexión Emocional: Las descripciones detalladas permiten que el lector experimente las emociones de los personajes de manera más vívida y profunda.
  • Credibilidad: Las escenas bien desarrolladas y detalladas hacen que la historia sea más creíble y auténtica.
  • Interacción Activa: Al mostrar en lugar de contar, se involucra al lector, permitiéndole interpretar y descubrir significados por sí mismo.

Consejos Prácticos para Escribir Mostrando

  1. Revisión Atenta: Durante la revisión de tu manuscrito, identifica las secciones donde estás contando y pregúntate si podrían ser más efectivas si mostraras. Reescribe esas secciones enfocándote en los detalles sensoriales y las acciones.
  2. Observación del Mundo Real: Observa cómo las personas expresan sus emociones en la vida real. Toma nota de los gestos, las posturas y los comportamientos y úsalos en tus personajes.
  3. Lectura Crítica: Lee obras de escritores conocidos por su habilidad para mostrar. Estudia cómo construyen sus escenas y describen sus personajes y emociones.
  4. Ejercicios de Escritura: Practica con ejercicios específicos de escritura, como describir una escena cotidiana sin usar adjetivos emocionales, o contar una historia corta solo con diálogos y acciones.

Ejemplos de «Mostrar» en Acción

Emociones

Contar: María estaba nerviosa. Mostrar: María tamborileaba los dedos sobre la mesa, su pierna rebotaba sin cesar bajo el escritorio, y su mirada saltaba de un punto a otro sin poder concentrarse.

Ambiente

Contar: El jardín estaba abandonado. Mostrar: Las malas hierbas habían invadido los senderos de piedra, y las ramas secas de los rosales se enredaban como garras retorcidas, mientras una fuente oxidada y sin agua gemía bajo el peso del tiempo.

Personajes

Contar: El anciano era amable. Mostrar: El anciano ofreció una sonrisa cálida, sus ojos brillaban con un destello de ternura mientras sacaba una golosina de su bolsillo y se la entregaba al niño con una caricia en la cabeza.

Ejemplos más específicos:

Ejemplo 1: La despedida en la estación de tren

Contar: Ana estaba triste. Mostrar: «Ana apretó la bufanda contra su rostro, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escapar. Sus hombros se hundieron mientras el tren se alejaba, y una lágrima silenciosa rodó por su mejilla hasta caer en el andén.»

Explicación: Se utilizan descripciones detalladas y reacciones físicas para mostrar la tristeza de Ana en lugar de simplemente decir que estaba triste. El lector puede imaginarse a Ana y sentir su emoción de una manera más profunda.

Ejemplo 2: El niño en el parque

Contar: Marcos estaba emocionado. Mostrar: «Marcos corría de un lado a otro del parque, sus risas resonaban como campanillas. Sus ojos brillaban con un destello de alegría mientras subía al tobogán y se lanzaba una y otra vez, sin parar para descansar.»

Explicación: Se muestran las acciones y la energía de Marcos para transmitir su emoción, permitiendo al lector visualizar su alegría y entusiasmo sin necesidad de decir directamente que estaba emocionado.

Ejemplo 3: La estudiante en el examen

Contar: Lucía estaba nerviosa. Mostrar: «Lucía mordisqueaba el extremo de su lápiz, sus dedos tamborileaban frenéticamente sobre la mesa. De vez en cuando, soltaba un suspiro entrecortado mientras sus ojos saltaban nerviosamente entre el reloj y la hoja de respuestas.»

Explicación: Las acciones y los comportamientos de Lucía muestran su nerviosismo, haciendo que el lector sienta su inquietud y tensión de manera más palpable.

Ejemplo 4: El anciano en el parque

Contar: El anciano era sabio. Mostrar: «El anciano se sentó en el banco, su mirada tranquila observaba a los niños jugar. Cuando un joven se acercó a pedirle consejo, el anciano sonrió, sus ojos brillaban con una sabiduría serena y sus palabras, pausadas y llenas de significado, parecían desvelar los secretos del tiempo.»

Explicación: A través de la interacción y la descripción del anciano, se muestra su sabiduría sin necesidad de afirmarlo directamente. Las reacciones y el respeto de los demás también ayudan a inferir esta cualidad.

Ejemplo 5: La tormenta en el puerto

Contar: La tormenta era aterradora. Mostrar: «El viento aullaba con furia, levantando olas que azotaban con violencia el muelle de madera. Los barcos se mecían peligrosamente, y los relámpagos iluminaban el cielo con un resplandor cegador, mientras los pescadores corrían a refugiarse, sus rostros pálidos de miedo.»

Explicación: Se describen los elementos de la tormenta y las reacciones de las personas para transmitir el terror que causa, permitiendo al lector experimentar la fuerza y el peligro de la tormenta sin necesidad de decir que era aterradora.

El planificador de novelas de ficción es una herramienta valiosa para aplicar la técnica de «mostrar» en lugar de «contar»:

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Ya que te permite estructurar y visualizar las escenas detalladamente. Al planificar cada capítulo, podrás identificar momentos clave donde las descripciones sensoriales y las acciones de los personajes pueden enriquecer la narrativa. Además, ayuda a equilibrar el ritmo entre mostrar y contar, asegurando que las escenas cruciales se desarrollen con profundidad y las transiciones se manejen eficientemente, mejorando así la inmersión y la conexión emocional con el lector.

El arte de «mostrar» en lugar de «contar» es una habilidad esencial que todo escritor debe dominar para crear narrativas más ricas y envolventes.

La próxima vez que te sientes a escribir, recuerda: en lugar de decirle a tus lectores cómo se siente o qué pasa, déjalos ver, oír, y sentir junto a tus personajes. Es en ese viaje compartido donde reside la magia de la literatura.

Preguntas Frecuentes sobre "Mostrar vs. Contar" en la Narrativa

«Contar» puede ser apropiado para resumir eventos menores o de transición que no requieren mucho detalle. Esto ayuda a mantener el ritmo de la narrativa y evitar la sobrecarga de información innecesaria.

Si las descripciones detalladas hacen que la narrativa se sienta pesada o que la acción principal se pierda, podrías estar mostrando demasiado. Equilibrar escenas detalladas con resúmenes concisos puede mantener el ritmo adecuado.

Observa cómo las personas expresan sus emociones en la vida real: gestos, expresiones faciales, lenguaje corporal y cambios en el tono de voz. Describe estas señales en tus personajes en lugar de usar adjetivos emocionales.

Realiza ejercicios de escritura centrados en los detalles sensoriales. Por ejemplo, describe una escena cotidiana sin usar palabras que indiquen directamente las emociones, permitiendo que las acciones y reacciones de los personajes revelen sus sentimientos.

Sí, el diálogo bien escrito puede revelar la personalidad, emociones y relaciones de los personajes de manera sutil y natural. A través de lo que dicen y cómo lo dicen, puedes mostrar mucho sobre ellos sin necesidad de explicaciones adicionales.

Mostrar permite a los lectores conocer a los personajes a través de sus acciones, pensamientos y diálogos. Esto crea personajes más tridimensionales y creíbles, permitiendo una conexión emocional más fuerte con los lectores.

Definitivamente. Describir detalles sensoriales del entorno y las reacciones de los personajes a su alrededor ayuda a crear una atmósfera rica y envolvente, transportando a los lectores al mundo de la historia.

No siempre. Aunque «mostrar» puede enriquecer una narrativa, hay momentos en que «contar» es más eficiente y apropiado, especialmente para mover la trama hacia adelante rápidamente o para resumir información menos crucial.

Un error común es sobrecargar las descripciones con detalles innecesarios, lo que puede ralentizar el ritmo de la historia. Otro es no equilibrar adecuadamente entre mostrar y contar, lo que puede hacer que el texto sea confuso o demasiado prolijo.

Autores como J.K. Rowling, Jane Austen y Gabriel García Márquez son reconocidos por su habilidad para mostrar en lugar de contar, utilizando descripciones ricas y detalladas que adentran a los lectores en sus mundos narrativos.

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